El 29 de noviembre,
la Asamblea de Representantes de Socios aprobó el Balance 17/18 y desde ese
momento, vimos a distintos sectores opinar del tema. Por un lado, los
oficialistas celebraron “otro año con patrimonio positivo” y por el otro, los
buscavotos afirmaron que somos “un club fundido que se va a la B”. En el medio,
una SCH que sobre lo único que actúa y opina es Volver a Boedo.
Por último y alejado
de esos tres grupos, desde esta humilde columna voy a hacer un pequeño análisis
del Balance 17/18 de el Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
El resumen: San Lorenzo
tiene un patrimonio neto positivo de casi 300 millones de pesos, por la
diferencia de un activo de 1.600 palos y un pasivo de 1.300 palos.
El Pasivo, "una mala palabra", pero ¿qué
significa?
Mucho se habló estos
días de "la locura del Pasivo de 1.300 palos". ¿Es una locura
realmente? Veamos. El Pasivo aumentó un 62% con respecto al anterior. ¡Qué
horror! Bueno, el Activo aumentó un 79%.
Mirar sólo el Pasivo
es un error por miles de razones, entre otras:
1)
Hay que mirar el Activo:
si yo debo $1 pero tengo $2 en el bolsillo, ¿cuál es el problema?
2)
El Pasivo puede ser un
signo de crecimiento: endeudarse es la forma de crecer. El Pasivo parece
una mala palabra en el ambiente del fútbol, pero NO es así. O al menos NO
SIEMPRE es así. Aumentar el Pasivo no siempre significa que estás fundido.
Por ejemplo, el club tiene un acuerdo que implica pagarle a Carrefour más de 12
millones de dólares en los próximos años por los terrenos de Av La Plata. Esos
12 palos verdes son parte del Pasivo, pero no significa que estemos fundidos,
solo significa que en los próximos años le tenemos que pagar a la empresa esa
plata. Ese Pasivo es un claro signo de crecimiento. Y no sólo un crecimiento
"sentimental" por Volver a Boedo. Es también un crecimiento
institucional y económico. Sí, económico, porque ese terreno será un nuevo
Activo del club.
3)
Hay que ver el contexto: estamos en un país que
tuvo en un año un 50% de inflación y 75% de devaluación. El que esperaba
mantener el Pasivo en pesos no entiende nada de la economía del país ni del
deporte.
Entonces cortemos
con eso de “qué horror cómo aumentó el Pasivo”. Primero, porque sin mirar el
Activo no se puede decir si es alto o no (Ej. El Barcelona tiene un Pasivo 20
veces mayor que el de San Lorenzo, debe estar fundido el club, ¿o no? ¡Claro
que no! Tienen un Activo muchísimo mayor también). Y segundo, porque están
mirando en pesos en un país y en un deporte que se mueve en dólares. Para jugar
un poco, si dolarizamos el Pasivo, podemos decir que incluso se bajó de 48 millones de dólares a 45 millones de dólares en un año (-6%). Por otro lado, el
Activo en dólares pasó de 54 palos verdes en 2017 a 55,5 millones en 2018 (+3%).
Aclarado el tema del
pasivo, prosigamos.
¿Cómo nos fue en el último año (2017-2018)?
El Estado de recursos y gastos mostró que en el último año hubo un déficit de 312 millones de pesos. ¿Cómo se llega a este número? El Balance muestra que el resultado entre recursos y gastos ordinarios daba un saldo positivo, pero que se vio perjudicado sobre todo por tres ítems importantes:
1)
Indemnizaciones y Juicios por 65 millones de pesos.
Un número altísimo y que nadie sabe de dónde sale.
2)
Intereses por 43 millones de pesos. Síntoma de
una mala situaciones financiera.
3)
Diferencia de cotización neta por 257 palos.
Esto se da por la diferencia de cambio en pasivos en dólares. En este número
altísimo afecta la situación del país de este último año, algo lógico. Mi
critica hacia Lammens es la canchereada de decir que él vio venir la situación
y por eso no tiene contratos en dólares, una clara falacia y encima una tonta
falacia: mejor sería aceptar que el fútbol está dolarizado y que la situación
del país perjudicó al club.
Pero si período
17-18 tuvo déficit, ¿cómo es que creció nuestro Activo y nuestro Patromonio
Neto?
Bueno, la clave estuvo en una revaluación de los Bienes de Uso del club. ¿Qué son los Bienes de Uso? Básicamente los terrenos que posee el club, incluidos las construcciones como el Estadio o el Polideportivo. Por ejemplo, el Pedro Bidegain, antes valuado en unos míseros 30 millones de pesos, hoy quedó valuado en 200 palos. Es una movida lógica, legal y real. Pero hay que tomar todo con pinzas. Sí, es verdad que los Bienes de Uso estaban atrasados en su tasación, y sí, es verdad que hoy el Club tiene Patrimonio Positivo. Pero los Bienes de Uso, hoy el Activo más grande de la institución (63% del Activo Total), son un Activo sin liquidez, ni inmediata ni futura, por lo que a fines prácticos podría decirse que su valor es de $0. ¿O alguien piensa vender la Sede de Av La Plata para pagarle el sueldo a Belluschi?
¿Y cómo estamos parados para el próximo año (2018-2019)?:
Al tener un
patrimonio neto positivo, podríamos suponer que el club está bien parado. Pero
nos vamos a detener ya no en el aspecto económico, sino en el financiero. Y
para eso, vamos a analizar los activos y pasivos corrientes. ¿Por qué? Porque
corresponden a los gastos y recursos que tienen liquidez en los próximos 12
meses. Por ejemplo, la plata que está en el banco es un activo corriente,
mientras que el Estadio es un activo NO corriente, ya que no se venderá ni
convertirá en dinero en los próximos 12 meses. De la misma manera, una fecha de
pago a Carrefour de julio de 2018 es parte del pasivo corriente, mientras que
las cocheras que se construirán en un futuro son parte del pasivo NO corriente,
ya que no se harán en el próximo año.
De esta manera, sabiendo
los activos y pasivos corrientes, uno puede darse una idea de la situación del
club en el próximo año. Y es ahí donde está el verdadero problema en el Balance
aprobado.
Al 30 de junio de
2018, el Activo Corriente de San Lorenzo era de 300 millones de pesos, mientras
que el Pasivo Corriente era de 825 millones de pesos. Es decir, San Lorenzo
necesita generar 525 millones de pesos para poder pagar todas las deudas del
próximo año.
¿De dónde salen los 300 palos de activo corriente?
Unos 40 palos son
por deudas a cobrar. El resto corresponde a las ventas de Piris Da Motta, Paulo
Díaz y Quignón, por un total de U$S 9.420.000.
¿De dónde salen los 825 palos de pasivo corriente?
1)
Deudas comerciales:
a.
70 palos por compra de
jugadores
b.
60 palos a acreedores
varios de fútbol profesional
2)
Deudas financieras:
a.
100 palos en mutuos
b.
100 palos en adelantos de
cuenta corriente
3)
Deudas sociales:
a.
90 palos en sueldos y
cargas sociales
b.
110 palos en primas del
fútbol profesional
4)
Deudas fiscales:
a.
85 palos en impuesto a las
ganancias y planes de pago
5)
Otras deudas:
a.
135 palos en AFA,
Carrefour, acreedores varios, ingresos diferidos
6)
Previsiones:
a.
70 palos de juicios y
contingencias
Entonces, tenemos un activo corriente de 300
palos y un pasivo corriente de 825 palos. Un saldo de -525 palos corrientes.
Encima, del Activo No Corriente (1.300 palos), la gran mayoría (1.000 palos)
son Bienes de Uso. El resto básicamente es el Plantel Profesional de Fútbol.
¿Qué quiere decir esto? Que el único recurso para pagar las deudas es con la
venta de jugadores de fútbol, y es por eso que se van Cauteruccio, Blanco, Mas
o Cerutti en el medio de un torneo, o Paulo Díaz y Da Motta, a horas de
comenzar otro.
Las
irrealidades del Activo NO Corriente:
Uno de los aspectos más irreales del Balance es
la valuación de los Activos. Pero no por algo propio de la dirigencia, sino por
un tema contable. Como ya dijimos, los Bienes de Uso son el Activo más grande
del club (63% del total), pero al mismo tiempo son el Activo que menos liquidez
tiene, ya sea inmediato o a futuro. Lo lógico sería no vender nunca estos
bienes.
¿Entonces esos 1.000 palos de Bienes de Uso en
realidad serían cero pesos?
Bueno, a fines prácticos si. Pero contablemente
está bien lo que dice el Balance.
Por otro lado, el Plantel Profesional también
está valuado de forma irreal. Los jugadores están valuados con su valor de
compra, el cual encima sufre depreciaciones año a año. Y se dan las siguientes
situaciones:
- Paulo Díaz, valuado en 16,7
millones de pesos, fue vendido en 125 millones de pesos.
- Piris Da Motta, valuado en 19,7
millones de pesos, fue vendido en 145 millones de pesos
- Quignón, valuado en 2 millones
de pesos, fue vendido su 75% en 3,5 millones de pesos.
Además, los juveniles están valuados según lo
que cuesta el fútbol amateur. Entonces, suceden cosas como que Senesi esté
valuado en 1 millón de pesos, sin embargo probablemente no se va a ir por menos
de 150 millones de pesos.
Situación
REAL:
Por lo dicho arriba, desde esta columna elijo no
darle bola Activo NO Corriente, al menos para el análisis que yo quiero hacer.
La situación real es que San Lorenzo
financieramente está en problemas. Incluso con las ventas de Díaz, Piris y
Quignón apenas cubre los 300 palos de los 800 que debe pagar este año. Quedan
otros 500 por cubrir, y si bien muchas cosas seguramente se pueden patear para
adelante, el club realmente necesitará de mucha plata para pagar todo lo que
debe pagar. Por eso no se sorprendan si se siguen yendo los mejores jugadores
en cada mercado de pases.
¿Cuál es
la conclusión?
Que la situación financiera no es buena. Que no
se aprovechó el Plantel del 2014 para dejar al club funcionando de manera
estable. Que se remató (y se sigue rematando) un buen plantel para tapar
baches. Y que el resultado de eso es un club que sigue teniendo un déficit
operativo y que se sostiene únicamente por la venta de jugadores. Una situación
incómoda que obligó, entre otras cosas, a no renovarle a Ortigoza en 4tos de
final de Libertadores, a vender a Cauteruccio y Blanco en el medio de un torneo
que se peleaba contra Boca, situación que se volvió a repetir el año siguiente
con Cerutti. Y que encima este remate vino acompañado de refuerzos horribles
que nos dejaron en la situación futbolística actual.
Pero así como la situación financiera del club
no es buena, la situación económica sí lo es. No hay que alarmarse por un
"club fundido", como quieren instalar algunos para rascar 300 votos y
así meter un vocal en 2019. Es un club desorganizado, poco transparente y en
mala situación financiera, abandonado en 2016. Pero recuperable de forma muy
sencilla. Si tan solo las cabezas dejaran de pensar en los proyectos
personales y se pusieran a trabajar en el club, las cosas mejorarían
notablemente.
Estos últimos dos años, los dirigentes eligieron
achicar el fútbol profesional apostando reducir los gastos y así ganar el
"campeonato económico". Un gravísimo error. La forma de ganar el
campeonato económico no es reduciendo el gasto, ya que las ganancias serán
también menores. Si siguen esta línea, ya no tendrán ni jugadores para vender y
ahí sí habrá un problema grave. Si quieren ganar el campeonato económico,
vuelvan a invertir en el equipo para vender a la nueva camada de Gentilettis,
Correas, Villalbas, Blancos, Cauteruccios y Buffarinis.
Hace seis años y ya con el descenso atrás, se
apostó por un recambio de jugadores entre junio 2012 y junio de 2013, que llevó
a los festejos en Liniers y luego a ganar la Libertadores. Y junto a la gloria
deportiva, llegó la posibilidad de vender por millones. Es momento de
apostar de nuevo. Y ojalá que la próxima vez que ganemos algo, se continúe con
un proyecto serio, vendiendo y comprando de forma equilibrada y no rematando
todo como estos años.
*Extras:
1) Como vengo marcando hace
varios años, sigue sin aparecer en el Balance el jugador Ezequiel Ávila. Hoy se encuentra a
préstamo en el Huesca, en la Primera División de España. Llegó a San Lorenzo en
2014 y jamás apareció en un Balance. Espero que el día que lo vendamos, entre
plata al club. Yo, sinceramente lo dudo mucho.
2) El jugador Julián Palacios, formado en el club y
de quien poseíamos el 100% de los derechos económicos, hoy aparece solo con el
25%. ¿Por qué se vendió el porcentaje de un juvenil que no debutó en Primera? Y
peor, ¿por qué se hizo a escondidas?